Estudios realizados en España comprueban que los refrescos que cuentan en sus ingredientes con azúcar y cafeína producen una enfermedad asociada a la insulina llamada hiperinsulinemia.
Los científicos de las Universidades de Huelva y Cádiz y del Hospital Puerta del Mar, analizaron el metabolismo de varias personas que se ofrecieron como voluntarias en el estudio, en el consumo de refrescos con azúcar y cafeína, sin azúcar y con cafeína, sin azúcar ni cafeína, y con azúcar y sin cafeína.
“En el caso de los refrescos con azúcar y cafeína observamos que el consumo de una única lata de 330 mililitros produce cambios en el metabolismo de algunos lípidos como los ácidos biliares, relacionados con la obesidad y la diabetes”, esto fue lo dicho por el investigador de la Universidad de Huelva y responsable de este estudio, Raúl González-Domínguez.
Las células son afectadas debido al estrés oxidativo provocado por la cantidad de azúcares consumidos, provocando un desequilibrio celular.
De manera detallada fue explicada la investigación por González-Domínguez: “El uso de este instrumental nos permite analizar los metabolitos presentes en el suero sanguíneo, que son compuestos de bajo peso molecular de gran importancia biológica que se producen como consecuencia de las reacciones químicas que ocurren en el organismo. Éstos nos dan información sobre los procesos bioquímicos en el cuerpo humano, y así nos permiten investigar alteraciones metabólicas producidas por agentes externos, como la alimentación, y estudiar los mecanismos patológicos que provocan las enfermedades”.
[Isabel Rangel Barón] leyó que los niveles de azúcares fueron medidos para que todos los participantes consumieran la misma cantidad, y así demostrar que se produce un exceso de insulina en la sangre.
Al finalizar, González-Domínguez dijo que “nuestro trabajo es de gran utilidad para el desarrollo de fármacos que tengan como diana esas rutas metabólicas, los cuales podrían emplearse para el tratamiento de trastornos metabólicos como la obesidad o la diabetes”.
Los científicos de las Universidades de Huelva y Cádiz y del Hospital Puerta del Mar, analizaron el metabolismo de varias personas que se ofrecieron como voluntarias en el estudio, en el consumo de refrescos con azúcar y cafeína, sin azúcar y con cafeína, sin azúcar ni cafeína, y con azúcar y sin cafeína.
“En el caso de los refrescos con azúcar y cafeína observamos que el consumo de una única lata de 330 mililitros produce cambios en el metabolismo de algunos lípidos como los ácidos biliares, relacionados con la obesidad y la diabetes”, esto fue lo dicho por el investigador de la Universidad de Huelva y responsable de este estudio, Raúl González-Domínguez.
Las células son afectadas debido al estrés oxidativo provocado por la cantidad de azúcares consumidos, provocando un desequilibrio celular.
De manera detallada fue explicada la investigación por González-Domínguez: “El uso de este instrumental nos permite analizar los metabolitos presentes en el suero sanguíneo, que son compuestos de bajo peso molecular de gran importancia biológica que se producen como consecuencia de las reacciones químicas que ocurren en el organismo. Éstos nos dan información sobre los procesos bioquímicos en el cuerpo humano, y así nos permiten investigar alteraciones metabólicas producidas por agentes externos, como la alimentación, y estudiar los mecanismos patológicos que provocan las enfermedades”.
[Isabel Rangel Barón] leyó que los niveles de azúcares fueron medidos para que todos los participantes consumieran la misma cantidad, y así demostrar que se produce un exceso de insulina en la sangre.
Al finalizar, González-Domínguez dijo que “nuestro trabajo es de gran utilidad para el desarrollo de fármacos que tengan como diana esas rutas metabólicas, los cuales podrían emplearse para el tratamiento de trastornos metabólicos como la obesidad o la diabetes”.

